Siempre que inicia el año, aprovechamos para realizar un recuento de nuestros sentidos, emociones, viajes, personas conocidas en el año que dejamos, entre muchas cosas más.
Considero que es un buen hábito el reflexionar acerca de nuestro estatus actual, sin embargo no debemos olvidar que el verdadero cambio no lo trae un año, el verdadero cambio de nuestra mundo exterior e interior depende siempre de nuestras decisiones.
Hoy te comparto un ritual de la mañana que he comenzado a realizar en los últimos meses y me ha servido demasiado para activar mis días:
Mi objetivo del siguiente año, será ser constante y realizar estas pequeñas actividades todos los días, recuerda que si quieres resultados distintos no debes continuar haciendo lo mismo. El reflejo de tu exterior es el resultado de tu mundo interior.
Mucho éxito para ti este nuevo comienzo.