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El día que descubrí que hay algo mas

Alexa Medina • Jan 03, 2023

Ceremonia de Ayahuasca - Memorias

A lo largo de mi vida he sentido la necesidad de entender el universo, lo que nos rodea, saber si hay algo más allá de la muerte, por supuesto cuestione desde pequeña la religión católica que profesan mis padres y me he tomado la molestia de indagar un poco acerca de las diferentes religiones existentes, sin embargo, hasta ahora no he simpatizado completamente con alguna en particular, cuando leí acerca de vidas pasadas, en específico a Brian Weiss, estando en la universidad, comencé a abrazar la idea de la inmortalidad del alma, sin embargo, me mantuve en mi postura agnóstica por varios años más, llegando a la conclusión de que en ese punto no tenía ni el entendimiento ni las herramientas para encontrar la verdad, así que decidí dejar el mundo espiritual de lado, con la confianza que algún las respuestas llegarían a mí de una forma u otra. 

 

Hace poco más de un año, decidí asistir a una ceremonia donde se sirve ayahuasca, yo era completamente ajena a este mundo, incluso desconocía su existencia, en esa época confieso que no estaba muy enfocada en lo que quería así que cuando me invitaron, estuve renuente un par de semanas, más por desconocimiento que por miedo, pero el ultimo día, después de ver un par de videos, me decidí, busque las flores, una veladora y como no sabía que colocar en mi altar lleve un vaso de tierra, y uno de agua, con los cuales completaría los cuatro elementos. ¡Quien diría que ya estaba más que conectada a esta onda hippie!

 

Todos llegamos al lugar poco antes del anochecer, nos instalamos en una especie de cabaña con una chimenea en el centro, nosotros llevamos un par de sillas y un par de sleeping bags, los asistentes comenzaron a construir sus altares, con objetos tales como sonajas, telas, flores, artefactos de madera y artesanías en general, entendí que el valor no depende del objeto, sino de que es lo que este te recuerda, me agrado más que tener alguna imagen de un santo.

 

Cuando iniciamos, el líder pregunto si había alguien que no hubiera asistido a una ceremonia previamente, mi novio y yo levantamos la mano entre otras personas del círculo.

Comenzó su explicación descubriendo el ritual, un rezo dividido en cuatro puertas divididas cada una a los 4 elementos, comenzando por el fuego, seguido del aire, el agua y la tierra, en las cuales se darían 3 tomas. Las palabras que recuerdo principalmente fueron, ´tomar ayahuasca mis hermanos, equivale a un año de tomar terapia, ya que enfrentaras tus miedos incluso a los cuales no eres consiente ahora´. Dicho esto, comenzó a servir en un pequeño vaso una especie de lodo no viscoso. 

 

Lo tomé esperando una especia de caída de Nueva York a Andalasia, pero en realidad nada sucedió al instante, perdí un poco la expectación e incluso me dormí al menos media hora. 

Cuando nos despertaron para la segunda toma, fui por un poco más, esta vez ya no me dormí, me senté y me dispuse a observar a los otros, a los que yo había comenzado a ver vomitar; se nos dijo que esto aliviaría el dolor y expulsaría de nuestro interior lo que nos hace daño si así lo enfocamos, comencé a repasar este sermón y me reí un poco de mi por estar ahí, de nuevo me recosté y me dispuse a dormir, cuando comenzó.

 

Abrí los ojos, todo era claro, vivido, podía ver las hebras del entorno en el que estaba, como una especie de hilos formando cada objeto que existe en el mundo. Los colores nítidos, fluorescentes, brillantes. Me asusté un poco así qué cerré los ojos, vi las mismas hebras, los mismos colores ya sin forma y sentí una intensidad hasta entonces desconocida, mientras más trabaja de razonar lo que pasaba mayor era mi inestabilidad y ganas de vomitar. Traté de relajarme. 

 

Abrí los ojos de nuevo, reconocí el lugar y a las almas que se encontraban ahí. Sentí que las conocía de mucho tiempo atrás, me sentí en el inicio de la vida, donde las almas descansan y cuando están listas son enviadas al plano físico para aprender. Fue definitivamente la influencia de Weiss lo que me llevo a esa conclusión, pero como podría llegar a ese entendimiento, habiendo yo leído y visto tantas cosas en mi vida. Si quieres entender más de lo que hable, te recomiendo el libro de Muchas vidas, muchos maestros. Sabrás qué aun cuando parezca una locura, no soy la única qué así lo cree.

 

En este viaje hablé conmigo, recordé que mi objetivo no es simplemente trabajar, regresar a casa y dormir. No tengo aun clara mi misión, pero ahora sé que va más allá de la rutina, que debo disfrutar cada cosa que hago, por ello estoy aquí. También entendí que no hay prisa para construir, hacer, dejar huella, ahora sé que tengo una eternidad para perfeccionarme y esa tranquilidad me ha devuelto el sentido y me ayuda a disfrutar mejor los momentos simples de la vida. 

 

Al día de hoy he asistido al menos a 6 ceremonias incluso de Hikuri y Psilosabios, he iniciado el registro de todo lo vivido básicamente por que recibí enseñanzas que no deseo olvidar, una amiga me ha dicho que este no es el camino correcto, porque es una especie de trampa espiritual, en lo personal creo que no hay caminos correctos ni verdades absolutas, todos estamos en busca de la felicidad, estamos en el mismo camino, a nuestro ritmo y haciendo lo que nuestro entendimiento nos indica que es lo que necesitamos. Si este tema te interesó Sigue mis próximas publicaciones, hay mucho más. 

 


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